Sicarios / MATAMOS A TU EX


































HAPPENING

Abi Color  /  Carlos Sarzo  /  Joseph Orihuela  /  Mario Jn

Referentes:

Perrahabl@ 2 (1999)

Si te dicen perra…
Hace algunos años, gracias a una referencia de la escritora española Lucía Etxebarria (Letra futura, 2000), conocí la propuesta de la artista peruana Natalia Iguiñiz: “Perrahabl@”2. Junto a Sandro Venturo, Iguiñiz propone una intervención, de gran impacto mediático, en el espacio urbano de Lima, Perú. Transcurre el año de 1999 cuando Lima se despierta empapelada con tres mil afiches tipo publicitario en los cuales se lee: “si caminas por la calle y te dicen perra tienen razón, porque te pusiste una falda muy corta y traicionera”; “si dos chicos dicen que eres una perra, tú te lo has buscado por calentar a uno de ellos o a los dos”; “si tu ex te dice perra está en su derecho, está dolido porque lo dejaste”. Como fondo de los afiches se observa la imagen de una perra de la especie canina: negra, sin pedigrí, casi deshecha, pero desvergonzadamente feliz. Por último, en la parte inferior de cada afiche se observa una dirección electrónica: hablaperra@hotmail.com3.

La propuesta, como lo cuenta la misma Iguiñiz, fue documentada en una exposición de “infografías”, donde se publicaron testimonios enviados al e-mail y se presentaron fotografías de la vida de los afiches y de la intervención del público transeúnte sobre los mismos. Una vez inaugurada la exposición se generó un debate, liderado por grupos feministas, ONG y funcionarios públicos, entre otros, en el cual se cuestionaba la “moralidad” del proyecto: no se puede “poner en ridículo a una serie de personas e instituciones que trabajan hace más de veinte años por los derechos de la mujer”, se dijo4. Más que poner en ridículo a la mujer, considero que la “perra” de Iguiñiz proporciona herramientas de reflexión sobre cómo representar a la mujer, no de forma positiva o negativa, pero sí comprometida con la idea de transformar la vida social.



Sicarios en el Callao, Perú

Los delincuentes ofrecen desde un susto hasta el asesinato. Los precios varían entre 200, 500 y hasta mil soles, dependiendo del tipo de “servicio”.El aviso colocado en diversos postes del distrito chalaco de La Perla dice textualmente: “¿Te gustaría desaparecer a alguien? ¿Tienen cuentas pendientes contigo? Yo soy el que buscabas”.De inmediato detalla sus servicios y el costo de cada uno de ellos: Susto (200 soles), “ajustón” (300 soles), desconocido (400 soles), expareja (500 soles) y familia en primer grado (1000 soles). Se adelanta el 50% y el resto se cancela una vez que se haya hecho el “trabajo”.

“Hay un seguimiento, tendríamos que estudiarlo para ver cuáles son sus movimientos. De acuerdo a ello quedamos contigo la fecha en que quieres que le demos vuelta o golpe”, dice el asesino por teléfono.



Príncipe Azul


María Campot Vergara
Príncipe Azul...SE BUSCA
"He decidido encender la mecha de la discordia e iniciar una querella. Sí, como lo oyen. Una demanda legal por daños y prejuicios. Exijo un resarcimiento moral y económico que compense todas las heridas, trastornos y dolencias sufridas al navegar por las turbulentas aguas del mercado amoroso. La demanda va dirigida puntualmente contra Charles Perrault, contra los Hermanos Grimm, contra la compañía Walt Disney, y abarca por defecto a tooooodos los autores de toooodos los cuentos de hadas habidos y por haber en este mundo. ¿Por qué? Porque... El Príncipe Azul... !!NO EXISTE!!
El engaño por supuesto no resultaría completo sin la última frase de estos cuentos: "fueron felices y comieron perdices".


PRÍNCIPE AZUL
Certificado de Autenticidad

"El presente documento otorga al portador la condición de auténtico PRÍNCIPE AZUL y garantiza que se encuentra capacitado para parecer encantador y cambiar en un instante la vida de princesas en apuros, doncellas secuestradas por la malvada monotonía, cenicientas que pasaron los treinta y bellas durmientes con angustia creciente. 
Se extiende el presente certificado al interesado para los fines felices que crea pertinente" 

Certifica:
Asociación Ambientalista de Princesas en contra del Maltrato de Dragones.
Gremio de princesas de cuento con problemas reales.
Asociación Única de Sapos no encantados.
Romy Acevedo

Curita


¿Amar o depender?
Walter Riso
Extinción

Si le tengo miedo a las arañas, la mejor manera de vencer la fobia es permanecer el tiempo suficiente con ellas para que mi organismo se habitúe a la adrenalina: a este proceso lo llamamos  extinción. Algo similar puede aplicarse ante la muerte de un ser querido. La mejor fórmula es lograr la aceptación total y radical de la pérdida mediante exposición. Es decir, promover el contacto con todo lo que recuerde al fallecido hasta agotar el dolor: a este proceso lo llamamos elaboración del duelo.

Pero cuando se trata de apegos, la cosa es distinta. Las adicciones no se vencen por exposición. Aquí la mejor opción es el autocontrol y la resistencia activa. Recordemos que en la adicción  no hay empalago; por el contrario, cuanto más droga recibe el adicto, más dependencia crea. A veces parecería no haber límite.

Muchas personas apegadas y hartas con su problema, deciden equivocadamente terminar con la enfermedad metiéndose en la boca del lobo. La creencia que los anima es: “Si lo enfrento, mejor… Más rápido acabo con esto”. Pero el resultado de esta estrategia suele ser el agravamiento de los síntomas: más amor, más locura y más obsesión. No podemos procesar la pérdida si el enfermo está en cuidados intensivos. Nadie entierra a un familiar vivo antes de tiempo, así esté en estado de coma. Cuando la persona apegada pierde toda esperanza de reconciliación afectiva o de mejoría, y acepta que ya no  hay nada que hacer, apenas comienza a procesar realmente la ausencia. Entonces sí, la exposición puede dar resultado. Pero antes, cuando la  dependencia está viva y en pleno auge, cualquier aproximación a la persona que se quiere olvidar es activar inútilmente el dolor, sensibilizar el amor y fortalecer el apego.



Carne de Cristo


Carne de  Cristo 
Cuentan los evangelios que durante la última cena entre Jesús y sus Discípulos, se instauro uno de los rituales religiosos más significativos y extraños del cristianismo; los fieles seguidores debían "comerse" a su maestro y "beber" su sangre, en señal de que aceptaban su necesidad de pureza y redención de pecados a través del sacrificio de un ser puro.

Las paradojas del cristianismo son muchas: dar la otra mejilla al que golpea, amar al enemigo, la realización en base a la abstención y alcanzar la gloria a través de la humillación. En la actualidad esas paradojas se han convertido en ironías; el espíritu de mansedumbre y humildad del cristianismo ha llegado a ser pedantería, corrupción e hipocresía, partiendo de sus autoridades y replicando en sus feligreses, con muy honrosas excepciones.

“Carne de Cristo” es un objeto de consumo ofrecido por una iglesia que ya no sigue sus principios y que ha reducido su influencia espiritual en tradiciones vacías y automatizadas; como si la publicidad hubiera vencido al recogimiento, como si no bastara con comernos al mundo  y convertirnos en caníbales, que ahora nos comemos a Dios como si se tratase de una oferta de supermercado.

Eduardo Quispe Alarcón 






Invitación (Muestra Gratis)










Historia de la Fealdad
Umberto Eco
La Pasión, la muerte, el martirio / El Dolor de Cristo (2007)

El arte Paleocristiano se limitó a la imagen bastante idealizada del buen pastor. La crucifixión no se consideraba un tema iconográfico aceptable y a lo sumo era evocada a través de simbolismo abstracto de la cruz. Se ha sugerido que la resistencia a representar a Cristo dolorido se debió asimismo a disputas teológicas y a la batalla contra los herejes que pretendían afirmar su única naturaleza humana y le negaban la naturaleza divina.Habrá que esperar hasta bien entrada la Edad Media para que en el hombre crucificado se reconoce a un hombre de verdad, derrotado, ensangrentado y desfigurado por el sufrimiento, y para que la representación tanto de la crucifixión como de las distintas fases de la pasión se vuelva dramáticamente realista y celebre la humanidad de Cristo en su sufrimiento. En el Llanto sobre Cristo muerto pintado por Giotto para la capilla de los Scrovegni, lloran todos los personajes de la escena (incluidos los ángeles) y sugieren al fiel sentimiento de la compasión por un ser con el que hay que identificarse.

De este modo la imagen del Cristo doliente pasará también a la cultura renacentista y barroca en un crescendo de erótica del dolor, en el que la insistencia en el rostro y en el cuerpo divino atormentado por los sufrimientos se moverá en los límites de la complacencia y de la ambigüedad, como ocurre con el Cristo de más que sangrante, sanguinolento de La pasión cinematográfica de Mel Gibson.